Un cúmulo de sensaciones fueron las que vivió el Club de Fútbol Talavera de la Reina en su histórica cita copera de este jueves ante el Real...
Un cúmulo de sensaciones fueron las que vivió el Club de Fútbol Talavera de la Reina en su histórica cita copera de este jueves ante el Real Betis Balompié y que difícilmente se olvidará de la memoria de los aficionados del conjunto cerámico, quienes pudieron reír, llorar, esperanzarse, disgustarse y tras 120 minutos de lucha sin cuartel aplaudir orgullos por el esfuerzo que hicieron los hombres de Víctor Cea.
Fueron dos horas que tuvieron a los espectadores pegados a la silla y sin perder la vista a lo que sucedía en el césped. Y la verdad es que pasó de todo, porque de la alegría del tanto inaugural del capitán Góngora pasábamos a la pena profunda de ver cómo Borja Iglesias y Joaquín le daban la vuelta a la tortilla.
De ahí pasamos al tanto milagroso de Christian Perales que llevaba la cita a la prórroga cuando el choque agonizaba y en esos 30 minutos extras, cuando se vislumbraban los penaltis, llegaría ese doble mazazo de Diego Lainez y de Canales para poner un 2-4 que fue el resultado con el que se llegó al final de esta vibrante cita.
Salía dominador el conjunto bético pero lo que no se esperaba es que el primer golpe que asestaría el conjunto cerámico iría directo al mentón. Pase al hueco hacia David Añón y el mago gallego que intentaba regatear a Joel. El meta salía con todo y se llevaba por delante pelota y pierna. Hernández Hernández no tenía duda y llevaba la acción a falta y por lo tanto penalti. Lo ejecutaría el capitán, muy reñido este curso en eso de los once metros, pero no hay mal que cien años dure y convertía el 1-0 de potente remate ajustado al palo derecho.
El Prado se venía arriba con el gol, la lástima es que la alegría en la casa del pobre dura poco. Y es que las categorías están para algo y ahí Borja Iglesias convirtió en el 1-1 un disparo prácticamente sin ángulo y por el único sitio que Rubén Miño no conseguía taponar con su presencia imponente.
Mucho había pasado y lo curioso es que apenas habíamos gastado una sexta parte del encuentro, lo que viene siendo un cuarto de hora. Cierto es que la media hora restante para acabar la primera mitad se cerró sin variaciones en el resultado. Lo buscó el Betis por la izquierda, por la derecha, pero la asentada defensa local neutralizó las acometidas de Borja Iglesias y de un Joaquín que fue de los más aclamados en el campo talaverano y que se llevó una gran ovación cuando su técnico decidió que llegaba su momento de ser remplazado.
El 1-1 era el resultado con el arrancábamos un segundo acto en el que los papeles se invirtieron. El Talavera parecía el de superior categoría moviendo rápido, aprovechándose de los despistes del rival y barruntando un gol que mereció y no logró. Hasta por dos veces la tuvo Rodrigo, que remató contra el suelo en la primera y se llenó de balón en la segunda echándolo fuera. También la tuvo Borja Díaz en la frontal y la bola salió lamiendo el palo.
El 2-1 se le escapaba a los cerámicos y no así el 1-2 para los béticos quienes se aprovechaban de una potente arrancada de Willian Carvalho y frenada en falta por Juanma dentro del área para disponer de un penalti que Joaquín no perdonó.
El veterano jugador aguantó Rubén Miño y lo batió para poner por delante a su equipo.
Pero el Talavera no se vendría abajo, ni mucho menos, y el propio Juanma pudo enmendar su error en el penalti cometido minutos antes con la consecución de un 2-2 que tuvo en su testa y que desafortunadamente se estrelló en el poste tras adelantarse el central a su par en una acción a pelota parada.
Parecía que la fase critica para el Betis iba amainando con el paso de los minutos y que el conjunto de Víctor Cea, pese a los cambios, iba a sufrir del ‘efecto gaseosa’. Sin embargo, amigos, esto es la Copa del Rey, el torneo de la ilusión y las sorpresas y el Talavera iba a dar una.
Cuando los de Manuel Pellegrini ya estaban doblando la manta para ir caminito de la ducha y de ahí al autocar para volver a Sevilla apareció un imponente Jon Ceberio que rompió por media cancha, probó fortuna ante Joel y su rechace lo cazaba Christian Párelas para subir el 2-2 al marcador. Júbilo en las gradas y vida extra para
un conjunto local que conseguía llevar el encuentro a la prórroga y conseguir mantener la ilusión.
Iniciaban esos 30 minutos de prórroga y lo hacían con una primera parte en la que hubo intercambio fallido de golpes. Perdonó el brasileño William José, que envió alto, y perdonó también Borja Díaz en un mano a mano con Joel en el que el cancerbero salvó a su equipo para mantener el encuentro nivelado.
Calambres en los jugadores, nervios, tensión y entrábamos en el cuarto de hora final donde todo parecía que estaba encaminado a los penaltis hasta que aparecía una genialidad de Diego Lainez que se acondicionó la pelota para ponerla con maestría por el único espacio que quedaba y haciendo insuficiente la estirada de un Rubén Miño que estuvo muy cerquita de detener la bola.
El 2-3 mató al Talavera, que ya de por sí estaba en la reserva de sus energías y que mentalmente se vendría abajo. Tanto fue así que Borja Iglesias haría más sangre percutiendo por la izquierda, avanzando por la línea de cal y poniéndola atrás para que Cáñales cerrara el pasaporte a tercera ronda ante un bravo Talavera que murió con las botas
puestas y que fue reconocido con honores
por su afición y por el propio conjunto rival.
Galería de Fotos: (Pulsa aquí)
Fueron dos horas que tuvieron a los espectadores pegados a la silla y sin perder la vista a lo que sucedía en el césped. Y la verdad es que pasó de todo, porque de la alegría del tanto inaugural del capitán Góngora pasábamos a la pena profunda de ver cómo Borja Iglesias y Joaquín le daban la vuelta a la tortilla.
De ahí pasamos al tanto milagroso de Christian Perales que llevaba la cita a la prórroga cuando el choque agonizaba y en esos 30 minutos extras, cuando se vislumbraban los penaltis, llegaría ese doble mazazo de Diego Lainez y de Canales para poner un 2-4 que fue el resultado con el que se llegó al final de esta vibrante cita.
Salía dominador el conjunto bético pero lo que no se esperaba es que el primer golpe que asestaría el conjunto cerámico iría directo al mentón. Pase al hueco hacia David Añón y el mago gallego que intentaba regatear a Joel. El meta salía con todo y se llevaba por delante pelota y pierna. Hernández Hernández no tenía duda y llevaba la acción a falta y por lo tanto penalti. Lo ejecutaría el capitán, muy reñido este curso en eso de los once metros, pero no hay mal que cien años dure y convertía el 1-0 de potente remate ajustado al palo derecho.
El Prado se venía arriba con el gol, la lástima es que la alegría en la casa del pobre dura poco. Y es que las categorías están para algo y ahí Borja Iglesias convirtió en el 1-1 un disparo prácticamente sin ángulo y por el único sitio que Rubén Miño no conseguía taponar con su presencia imponente.
Mucho había pasado y lo curioso es que apenas habíamos gastado una sexta parte del encuentro, lo que viene siendo un cuarto de hora. Cierto es que la media hora restante para acabar la primera mitad se cerró sin variaciones en el resultado. Lo buscó el Betis por la izquierda, por la derecha, pero la asentada defensa local neutralizó las acometidas de Borja Iglesias y de un Joaquín que fue de los más aclamados en el campo talaverano y que se llevó una gran ovación cuando su técnico decidió que llegaba su momento de ser remplazado.
El 1-1 era el resultado con el arrancábamos un segundo acto en el que los papeles se invirtieron. El Talavera parecía el de superior categoría moviendo rápido, aprovechándose de los despistes del rival y barruntando un gol que mereció y no logró. Hasta por dos veces la tuvo Rodrigo, que remató contra el suelo en la primera y se llenó de balón en la segunda echándolo fuera. También la tuvo Borja Díaz en la frontal y la bola salió lamiendo el palo.
El 2-1 se le escapaba a los cerámicos y no así el 1-2 para los béticos quienes se aprovechaban de una potente arrancada de Willian Carvalho y frenada en falta por Juanma dentro del área para disponer de un penalti que Joaquín no perdonó.
El veterano jugador aguantó Rubén Miño y lo batió para poner por delante a su equipo.
Pero el Talavera no se vendría abajo, ni mucho menos, y el propio Juanma pudo enmendar su error en el penalti cometido minutos antes con la consecución de un 2-2 que tuvo en su testa y que desafortunadamente se estrelló en el poste tras adelantarse el central a su par en una acción a pelota parada.
Parecía que la fase critica para el Betis iba amainando con el paso de los minutos y que el conjunto de Víctor Cea, pese a los cambios, iba a sufrir del ‘efecto gaseosa’. Sin embargo, amigos, esto es la Copa del Rey, el torneo de la ilusión y las sorpresas y el Talavera iba a dar una.
Cuando los de Manuel Pellegrini ya estaban doblando la manta para ir caminito de la ducha y de ahí al autocar para volver a Sevilla apareció un imponente Jon Ceberio que rompió por media cancha, probó fortuna ante Joel y su rechace lo cazaba Christian Párelas para subir el 2-2 al marcador. Júbilo en las gradas y vida extra para
un conjunto local que conseguía llevar el encuentro a la prórroga y conseguir mantener la ilusión.
Iniciaban esos 30 minutos de prórroga y lo hacían con una primera parte en la que hubo intercambio fallido de golpes. Perdonó el brasileño William José, que envió alto, y perdonó también Borja Díaz en un mano a mano con Joel en el que el cancerbero salvó a su equipo para mantener el encuentro nivelado.
Calambres en los jugadores, nervios, tensión y entrábamos en el cuarto de hora final donde todo parecía que estaba encaminado a los penaltis hasta que aparecía una genialidad de Diego Lainez que se acondicionó la pelota para ponerla con maestría por el único espacio que quedaba y haciendo insuficiente la estirada de un Rubén Miño que estuvo muy cerquita de detener la bola.
El 2-3 mató al Talavera, que ya de por sí estaba en la reserva de sus energías y que mentalmente se vendría abajo. Tanto fue así que Borja Iglesias haría más sangre percutiendo por la izquierda, avanzando por la línea de cal y poniéndola atrás para que Cáñales cerrara el pasaporte a tercera ronda ante un bravo Talavera que murió con las botas
puestas y que fue reconocido con honores
por su afición y por el propio conjunto rival.
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FICHA DEL PARTIDO
- CF Talavera de la Reina: Rubén Miño; Góngora, Juanma, Bourdal, Pablo Monroy (Dani Pichín); Jordi Ortega (Toño Calvo), Vicente Romero (Jon Ceberio), Borja Díaz, Jordi Martín (Perales); Rodrigo (Edmilson) y David Añón (Choco).
- Real Betis Balompié: Joel; Aitor Ruibal, Pezzella (Víctor Ruiz), Edgar, Miranda (Álex Moreno); Guido Rodríguez, William Carvalho (Willian José); Rodri (Lainez), Joaquín (Juanmi), Tello (Canales); y Borja Iglesias.
- Arbitros: Alejandro José Hernández Hernández (Las Palmas). Asistido por Alejandro Lucena Perdomo y José Enrique Naranjo Pérez. Amonestó a los locales David Añón, Jordi Martín, Dani Pichín y Juanma. Por parte visitante vio la amarilla Juanmi.
- Resultado: 1-0 (min. 7) Góngora, de penalti, 1-1 (min. 14) Borja Iglesias, 1-2 (min. 61) Joaquín, de penalti, 2-2 (min. 89) Perales, 2-3 (min. 116) Lainez y 2-4 (min. 119) Canales.
